Amor pensado

Pensé en escribirte un poema, guardarlo en el viento, gritarlo bajo el mar,
pensé en decirte cuánto te pienso,
también quise entregarte en un destello de la mañana un beso,
los pétalos del deseo,
los sueños de mi infancia,
en una caja, el azul de mis pensamientos,
en una carta, el silencio de mis dedos.

Pensé en dibujar tus sonrisas, hacerlas de mis manos, ponerlas en mi buró,
pensé en tu cabeza contra mi pecho,
también quise tenerte entre mis suspiros, entre mis sueños,
esos que nacen de ti,
esos que desbordan mi manantial,
en tu mirada mi "nunca jamás",
en tus palabras oculto un "quizás".

Pensé en ti, en la fugaz sombra de tus visitas, en mis jardines ocultos
pensé en ti, en el fulgor de tus rosales,
también en mis praderas, verdeciendo con la luz de tus mejillas,
entre los peñascos de mis fantasías perdidas,
sobre las grutas de mi pasado,
ahí te encuentras a mi lado,
sin  tú saber: cuánto te amo.

                                                                                                                    -Samid Espíritu.

¿Felicidad?

Todas las personas te hablan sobre ser feliz, siempre se refieren a la felicidad como propósito de la vida, sin embargo, no se puede ser feliz todo el tiempo,

Mi nombre es...

Es un hecho que el ser humano tiene la necesidad intrínseca de nominar todo lo que le rodea, desde los objetos más simples hasta los sentimientos y emociones más complejas, incluso

Lo prometimos... o al menos yo lo hice.

Cuando por fin decidí "salir del closet" y me atreví a enamorarme de un hombre,

Divagaciones

Me siento bendecido.

No sé si exista razón alguna, o destino escrito, o propósito preestablecido; no sé tampoco cómo los caminos se cruzan, o si la matemática todo lo entiende, o si el neonato todo lo ignora.

Me siento bendecido… me siento con suerte; aún no entiendo el verdadero sentido de la misma, bendecido y con suerte, no sé si estén peleados, disgregados o sean intocables uno del otro. Tal vez van de la mano, tal vez ninguno exista.

Me siento enamorado, ¿cómo explicar lo que siento, si el amor es inasequible del entendimiento humano? Simplemente no se puede, por ello, demostrar amor es más sencillo que hablar de él, aunque hablar de él me enamora cada vez más profundamente.

Total y plenamente confieso:

a)       Que mi inteligencia, que es de humano,  no es lo suficientemente basta para entender el tiempo, el espacio ni la vida.

b)       Que no necesito hacerlo, pues como humano, el tiempo, el espacio y la vida me es poca para malgastarla en entenderla, siquiera en observarla como único propósito.

c)       Que aun bajo las anteriores premisas, jamás me dejaré de preguntar su sentido, pero daré prioridad a vivir y a sentir.

Conclusión:

Pensar es necesario, mas no lo es todo, ni es lo primero, ni es lo último.

Tranquilidad.

Tranquilidad, paz... mi mente se encontraba como suspendida en un plano etéreo lleno de tanta serenidad, misma que únicamente era perturbada de vez en cuando por el sonido del agua al pasar por mis oídos. He estado tantas veces sumergido en mis pensamientos, pero nunca antes había sumergido mis pensamientos en mi, en el agua, en la vida; supongo que sucede por que tendemos a introspectar de manera casi inconsciente, como si ya nos fuera una costumbre innata, pero hoy no, no permití que mis pensamientos me rodearan con sus largos brazos de preguntas, simplemente por que hoy no quise cuestionar mi ser, mi sentir, pensar o actuar; hoy quise que mis pensamientos se hundieran en mí, para que ellos pudieran verme desde otra perspectiva, así como ellos me piden constantemente que yo los vea, supongo que lo hago por que en ocasiones no solo es necesario reflexionar sobre uno mismo y su entorno, sino que debemos darle ocasión al pensamiento mismo de reflexionar sobre nosotros, extrínseco, impersonal, tan sólo por el deseo de frenar un momento y no necesitar una bocanada de aire, un segundo para meditar, un vistazo al futuro o un amargo trago del pasado, no, a veces lo único que necesitamos es detenernos, plantar los pies en las nubes, sumergir la cabeza en la luz del sol y dejarnos inundar la visión con lágrimas de alegría al darte cuenta que tu vida, mi vida, es la vida que anhelabas tanto, y que además, llego en el momento que menos lo buscabas, cuando menos lo esperabas, y cuando más lo entenderías y sabrías amar, cuidar y respetar. Tranquilidad, paz... ahora que todo tiene su lugar, conservar ambas partes es cuestión de voluntad; de voluntad y de saber mantener nuestras promesas, siempre.

A casi un mes...

Ausente, pero real, hasta ahora han sido muchos días de felicidad... no es que no tuviera sobre que escribir en días anteriores, simplemente estaba muy ocupado escribiendo primeramente en mi memoria la historia de lo que espero dure por siempre; a 30 días de haber comenzado el año, he logrado encontrar la raíz de muchos de mis problemas y, de la mano correcta he ido acompañado en un hermoso viaje, de autoconocimiento, aceptación, cambio y lo mejor: permitirme sentir de verdad, vivir de verdad, saborear cada momento.